domingo, 25 de febrero de 2024

LA FE SI FUNCIONA, PERO HAY QUE ACTIVARLA

 



Texto bíblico. Hebreos 11/ 2a. Corintios 5:7

Veo muchas cosas en el cuerpo de Cristo que siento no son de Dios, me doy cuenta que las iglesias han entrado en una época especial y aunque veo cosas muy buenas, sin embargo, me doy cuenta también, que el enemigo trata de meterse y nos quiere convencer que todo está muy bien. La Iglesia, ya no se mueve por fe, ahora quiere vivir de experiencias y se ha edificado de esa forma; no tengo nada en contra de algunas experiencias que en ocasiones tenemos con el Espíritu Santo; no obstante, he notado que ahora el énfasis respecto a esto, ha dejado de lado las fortalezas de la Palabra, que Dios tiene para nosotros. Me gustan mucho las señales y prodigios, he sido testigo de cantidades de ellos, de cómo ciegos reciben su visión, los sordos recuperan su audición, las personas levantándose de silla de ruedas, gente sanada de cáncer, en fin, cantidad de prodigios; creo en los milagros y me gusta mucho cuando el Espíritu Santo cae sobre nosotros y podemos predicar llenos de Él; y nos cambia los mensajes que queremos dar a la congregación; pero lo que quiero decir es que muchos en la Iglesia están viviendo sólo para tener experiencias impresionantes, y nada más; y eso no fue lo que dijo Dios.

La Palabra de Dios expresa que los milagros son para los que no creen, como testimonio a ellos; y sé que Dios puede hacer lo que quiera cuando bien le parezca, y que Él puede hacer milagros como quiera hacerlos, y me gusta mucho esos momentos, pero no puedo vivir con base solamente a esos momentos, porque lo que ha pasado en la Iglesia, es que estamos llenos de poder del Espíritu Santo, y vemos el poder de Dios, porque sabemos cómo creer por ¡ese poder!; sin embargo, cuando llegamos a casa y nos tenemos que levantar a las cuatro de la mañana, y vemos en realidad que nada ha cambiado, entonces ¿Dónde queda ese poder? ¿No te molesta que la iglesia tenga los mismos negocios que tiene el mundo? ¿Y que pasa por las mismas dificultades que pasa en el mundo? Nosotros somos los hijos de Dios, no es la voluntad de Dios que nosotros tengamos que sufrir por esas cosas; y como no lo entendemos, hemos creado una teología para acomodar eso, entonces se piensa que si alguien no es sano por el poder de Dios, a lo mejor no es la voluntad de Dios que sea sano; si Dios no nos está dando la bendición en las finanzas, a lo mejor ellos no saben manejar finanzas; si la persona no tiene victoria en su vida, a lo mejor Dios está tratando de enseñarle algo; eso es tremendo para mí, porque Dios no funciona de esa manera. Muchos creen unas cosas de la Biblia y otras no, leen Juan 3:16 y lo creen, pero al preguntárseles, por qué razón entonces no todos son salvos, no saben qué decir, y así sucesivamente con muchas escrituras de la Palabra; tenemos que entender que la voluntad de Dios es que estemos bien, seamos sanos, prósperos y felices; no obstante, todo ello es decisión nuestra; no porque Dios quiera que algo suceda, va a suceder en nosotros, porque Él no lo va a forzar a nadie, porque Él no va a operar en la voluntad nuestra.

En la iglesia algunos tienen una idea de que si no hacemos la voluntad de Dios y Él no nos mató, a lo mejor es su voluntad permisiva, y esto no existe, porque la misericordia de Dios no quiere decir que Él acepta tu pecado; Él solamente está deteniendo su ira cuando le desafiamos, porque todos nosotros vamos a ser juzgados delante de Dios, pero la misericordia de Dios nos da la oportunidad de hacer las cosas correctas; sin embargo, si no lo hacemos así, hemos de lidiar con ese problema nosotros mismos. Me molesta mucho que cuando estamos en la Iglesia, todos ahí emocionados y decimos que amamos a Dios, y hasta usamos ciertas palabras tales como: “Ahora el Espíritu Santo se está moviendo; dales más…más…más; el Poder de Dios se empieza a mover; fuego…fuego…fuego…” entonces todo el mundo cae, y se levantan, y de nuevo caen y de nuevo se levantan; luego, se van para sus casas y, nada pasa, siguen siendo los mismos de siempre. Eso no es de Dios; debemos entender que cuando el Poder de Dios viene a un lugar, todo el mundo tiene que sentir la presencia y el poder de Dios, pero no puedes edificar tu vida, con base en esas experiencias.

Hace un tiempo, me dio un ataque en el corazón y me pusieron sobre una mesa y tuve una experiencia con Dios, y el Señor me levantó entonces de la muerte, porque yo estaba literalmente muerto, ese fue un momento tremendo y especial para mí, quizás para otra persona no pasaba nada, pero para mí sí, porque estuve muerto y el Señor me resucitó y en un momento, ya estaba vivo de nuevo; pero yo no puedo edificar mi vida con base en aquella experiencia, porque la Biblia no me dice que tengo que edificar mi vida a través de los momentos, la Biblia dice que debo edificar mi vida a través de la fe, (Hebreos 11: 6); porque sin fe es imposible agradar a Dios; es decir que tú no puedes agradar a Dios sin fe, no dice que tú lo puedes agradar a través de una experiencia; dice que no puedes agradar a Dios si no tienes fe. Debemos mirar solamente a Jesús (Hebreos 12:2) quien es el autor y consumador de la fe; es decir que Él es autor de nuestra fe; y por ello, que tenemos que caminar por fe y no por vista (2a. de Corintios 5: 7); y si vamos a Habacuc 2:4 que los justos vivirán por la fe; se que alguno estará diciendo, “bueno nosotros sabemos todo respecto de la fe, pero queremos algo profundo, queremos ir en esa onda y empezar a movernos en ese río de experiencias… ”.La Biblia dice una y otra vez, que lo vas agradar a través de la fe. Entiende entonces que sólo agradas a Dios con fe, produce ciertas cosas, el libro de Hebreos 11: 1 dice: “Es pues la fe la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve; hay algo muy interesante en este texto: “es pues la fe”, quiere decir que la fe, es ahora –es presente-, fe, no es algo del futuro, porque no dice: “fe va a ser”; o no dice: “fe era”, dice que fe ¡es ahora! Porque no está basada en el futuro, y tampoco está basada en el pasado, es del presente; pero yo encuentro iglesias que no entienden nada de la fe, porque si entendieran no viviríamos de la manera como ahora estamos viviendo, de experiencias en experiencias.

Dios ha operado en nosotros cambios y nos ha hecho, reyes y sacerdotes, un linaje escogido, una nación santa, es decir que tenemos el reino de Dios dentro de nosotros, y decimos que “es más grande el que está en mí que el que en el mundo está”, y no obstante no podemos pagar nuestras deudas; decimos cosas como: “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, pero no podemos vivir una vida victoriosa, entonces, ¿cómo tú sabes eso? Una respuesta sería: “Bueno sólo tengo que dejarme llevar por el Espíritu de Dios, que descienda sobre mi vida, y ustedes van a ser testigos de la presencia de Él, porque van a venir hacía mi, para que ore por este, o por aquel, etc.” Y no digo que sea malo que se ore por las personas, pero es muy fácil alejarnos de los fundamentos que nos entregó Dios, y Él dijo que la fe es ahora, y es una certeza, es decir que es algo, que nos hace tener seguridad, de las cosas que esperamos; la palabra esperanza es muy interesante, porque la esperanza siempre es en el futuro, no es en el presente, en cambio “fe”, sí es ahora y no en el futuro; entonces tenemos que la palabra “esperanza” es una expectativa, favorable, usted puede esperar y orar todo el tiempo y nada sucede, porque la esperanza no tiene certeza.

Muchos pueden decir: “pastor yo estoy esperando tal o cual milagro”, entonces yo te digo que vas a tener que esperar por mucho tiempo, porque Dios no se va a mover por tu esperanza, sino con por tu fe. Porque la fe es la certeza de tu esperanza; lo que hace la fe es que agarra el futuro y lo trae “al ahora”; así que si yo tengo ese tipo de esperanza, puedo agarrar mis sueños, mis visiones, con mi fe y traerlo a mi presente. La iglesia está llena con gente que solamente tiene esperanza, y se olvidan de que lo principal siempre es la fe, y que ésta, es la certeza de lo que se espera, y que fe es la prueba de las cosas que no vemos; es importante que miremos eso de igual forma, porque fe es la prueba o la convicción. ¿Por qué necesitamos prueba? Porque si no tenemos nosotros esa fe, entonces sólo estaríamos confiando en nosotros mismos. Leemos en la Palabra que la fe es la prueba, o la convicción de lo que no se ve, porque es la verdad, no lo puedo ver; y es que el mundo está fundamentado en los sentidos naturales, “lo que pueda ver, lo que pueda escuchar, lo que pueda probar, lo que pueda oler, lo que pueda tocar”, estamos fundamentados en nuestros sentidos, así que cuando venimos a la iglesia, operamos con nuestros sentidos, y suceden cosas como: el Espíritu de Dios se mueve, y tratamos de mezclar las dos cosas; pero debemos entender que hay un mundo, en el cual los sentidos no funcionan, y es el mundo espiritual, y este no es gobernado por lo que tú sientas, tampoco es movido por nuestras percepciones, porque la naturaleza del hombre, con sus cinco sentidos, es contra la ley de otro mundo, el espiritual, y Dios es un Espíritu.

Cuando nacemos de nuevo, nacemos del Espíritu de Dios que levantó a Jesús de los muertos, el mismo Jesús que está en ti; esto quiere decir que Él te da la fortaleza, porque somos espíritu también, creados a Su Imagen y semejanza, entonces vivimos nuestra vida es en el espíritu, porque la fe es la convicción, de lo que no se ve. En 1a de Corintios 2:9 dice que Dios ha preparado a todos los que le aman, cosas que nadie vio, ni oyó, ni han subido al corazón de ninguna persona; ahora bien, fe es lo que yo espero y la prueba de lo que no veo; entonces, cosa que ojo no vio, ni oído oyó, las tiene Dios preparadas para ti y tú no sabes, que están ahí. Yo te puedo dar una sugerencia, lo que Dios ha preparado para ti, está basado en tu propósito y destino, ¡Amén!

Tú fuiste creado(a), a la imagen y semejanza de Dios, y Dios dice que antes de la fundación del mundo, Él te escogió, es decir, que tú estabas en Dios antes que llegaras a este mundo; antes que fueras formado en el vientre de tu madre, Dios ya tenía un propósito y un llamado para ti. Ahora, es necesario hacer una pregunta: ¿Si todo lo que necesito para tener éxito ya está aquí, por qué no lo alcanzo? Dios no crea a una persona para nada, Él no crea perdedores, por tanto, no es natural perder, bueno quizás usted diga: “¿Y qué puedo yo perder hoy? Yo no entiendo esos conceptos”; y está bien; en USA, dicen algo que me vuelve loco a mí, es algo así: “No importa cómo ganas, es cómo haces el juego”. Eso me parece la cosa más tonta que haya escuchado, porque si pierdo eso no me va a gustar, porque no juego para perder, si pienso que no voy a ganar, entonces no lo hago. Yo fui creado para ganar, ese es mi ADN el que Dios me dio. Así que naciste para ser más que vencedor, la Palabra dice cosas como: “que eres vencedor en Cristo Jesús; ninguna arma forjada puede prosperar contra ti; que si el enemigo viene por un camino, por siete tendrá que huir muy lejos de ti; si Dios está contigo, quién contra ti”. Tú naciste para ganar. Así que la fe, es la prueba de las cosas que no se ven; solamente porque no lo podemos ver, no quiere decir que aquello que anhelamos, no está ahí; porque fe es la prueba de lo que no se ve. Es que hay otro mundo fuera de los cincos sentidos nuestros, y es el mundo espiritual, y tenemos que aprender cómo operar en ese mundo; quizás dirás: ¿cómo voy a saber qué es lo que Dios ha preparado para mí, si nunca lo he visto?, ¿cómo lo voy a reconocer cuando esté frente a mí? Romanos 10: 8 da la respuesta, y termina diciendo que esta es la palabra de fe que predicamos; es decir el Evangelio, y qué es el Evangelio sino las buenas nuevas, y ¿qué es noticia? Una información, y ¿qué es esta? Es entendimiento. Así que a la luz de todo esto, operamos en la Palabra de Dios, que son las buenas nuevas, y nos da la información necesaria para que tengamos un entendimiento, completo. Ahora si leemos en Romanos 10:17, hace énfasis en que la fe viene por el oír y el oír la Palabra de Dios, entonces, ¿cómo voy a entrar en ese mundo espiritual, y voy a tener entendimiento y sabiduría para reconocer lo que Dios tiene para mí? Debo entrar a la Palabra de Dios; porque la fe viene por el oír, y oír por la Palabra de Dios; y esto me está hablando de entender lo que escucho; porque la fe produce en nosotros, la habilidad para producir las cosas.

Yo entendí ya hace un tiempo que la fe en mi vida es un vehículo, que me va a llevar a cualquier lugar, que yo quiera ir, y por tanto, puedo recibir todo lo que el Señor tiene para mí, porque yo he aprendido a caminar por fe y no por vista, no por lo que siento, no por mis emociones. Es necesario que entiendas esto: cuando vives en la fe, no estás movido por emociones, porque la emoción te lleva a una fe común y corriente; por ejemplo, hay gente que dice que cree en la Biblia, que la lee y que aman a Dios, no obstante, buscan al pastor para que ore por ellos porque están enfermos, entonces tal persona no tiene esa fe que dice en la Palabra, porque allí dice que Jesucristo tomó todas nuestras dolencias, y todas nuestras enfermedades; así que ¡solamente es creer que así opera en mi y punto! Otro ejemplo, es cuando tú oras por una persona que está enferma, y esta cae al suelo, vuelve y se levanta, pero de regreso a la casa otra vez tiene sus dolencias y se dice para sí, “ah yo sé que no funcionó” y en efecto, para esa persona entonces, no funcionará. Porque la fe viene por oír la Palabra de Dios, y es que la fe tiene que venir de algún lugar, eso quiere decir que está fuera y espera llegar a ti, para que abras tu entendimiento, a la Palabra de Dios para tu vida, y si escuchas la Palabra, no debes temer un fracaso, porque tú puedes darte ánimo por la fe. Es necesario para caminar en fe, salir de la dimensión de lo natural, y entrar a la dimensión de lo espiritual, donde encontramos lo sobrenatural; es decir, mirando las cosas que no se ven, porque las cosas que se ven, son temporales, mientras las que no se ven, son eternas.

Dios dice que no se debe “mirar lo que se ve”, es decir lo que está frente a nosotros, sino aquello que no está en este mundo natural, aquello que no se puede ver con nuestros ojos naturales, sino a través de la fe, lo que la Palabra de Dios ha decretado, y si lo miras a través de la Palabra, entonces caminas por fe y no por vista, y lees Romanos 4 y le dices a Dios: “estoy llamando las cosas que no se ven, como si fuesen”. Es decir, lo que tienes que llamar para que sea; porque esa es la fe, la certeza, la convicción, de lo que no se ve; el hecho de que no lo puedas ver en lo natural, no quiere decir que no está allí. En el Antiguo Testamento, 2o. de Reyes 6:8, El rey de Siria está tramando una guerra contra el rey de Israel, y el profeta escuchó lo que estaba tramando este rey, y pudo alertar a Israel, entonces el rey de Siria al darse cuenta de ello, se enojó en gran manera y averiguó respecto a quién le estaba llevando esos datos al rey de Israel y todos señalaban al profeta, y el rey de Siria tomó su ejército y se fue decidido a buscar al profeta, rodeó la ciudad, y le dicen al profeta (Elías), te van a matar y Eliseo estaba muy preocupado, pero Elías le decía: “más son lo que están con nosotros, que los que están con ellos” (Vr. 16), refiriéndose a los miles de ángeles que estaban con ellos y Elías, oró para que Eliseo los pudiera ver, y cuando Eliseo, pudo ver el ejército de Dios alrededor del ejército del enemigo, entonces el milagro sucedió; así que Eliseo entendió que en realidad, siempre estuvo allí el ejército de Dios. Solamente porque Eliseo no lo había podido ver, no quería decir que no estuviera. Igualmente para ti, tu milagro siempre está ahí, tu propósito está ahí, Dios ya está ahí, Él sólo está esperando que tú también lo veas por la fe y no por vista, así que empieza a declarar estas cosas, que no son, como si fuesen.

Tú también ya tienes tu milagro esperando por ti, sea de sanidad, de finanzas, de lo que sea, sólo tienes que hablar la palabra de fe y al igual que Elías declararlo y se desatará sobre el reino de Dios lo que digas; pero es necesario que agarres lo que no se puede ver y traerlo al presente. La fe funciona pero hay que activarla, porque sin obras es muerta, es decir la fe conlleva una acción de obediencia, y por tanto, la fe requiere que yo haga algo, si leemos en Marcos 4:26 dice que el reino de Dios es así: que un hombre siembra semillas por la noche, y al otro día se levanta, y aunque no sabe cómo funciona, un día, esa semilla empieza a crecer, y se hace un árbol que empieza a dar mucho fruto; el reino de Dios, será así; por eso los hijos de Dios tenemos que sembrar y Dios es quien trae el crecimiento, nosotros nada tenemos que ver con eso; pero cuando siembro la semilla, estoy alcanzando un nivel espiritual y agarro lo que Dios ha traído para mi vida, y lo traigo al presente, de tal forma que, cuando siembro semilla, estoy poniendo una demanda en el reino de Dios, porque cuando Él me creó, lo hizo con mi propósito y mi destino, ya todo está aquí para mí, no importa si lo veo o no, por eso cuando siembro una semilla, igualmente le estoy diciendo a los infiernos: ¡No quiero lo del mundo natural! ¡Yo pongo una demanda en el reino espiritual, con base en la Palabra de Dios! Y cuando yo pongo mi fe, y empiezo a desatar palabra entonces Dios dice “lo que el hombre siembra, eso mismo va a cosechar”.

Así que ahora mismo se da la siembra y la cosecha, no se trata solamente de dinero, sino que conforme a tu obediencia, tú puedes poner una demanda –la que sea-, en el reino de Dios, se va a desatar otra vez en tu vida, todo lo que Dios creó por ti. Así que tú puedes ahora ponerle una demanda en el futuro de esta iglesia, pero debe ser hoy mismo, porque la fe, es ahora. Tú has recibido este mensaje y Dios dice que la fe viene por el oír, no es que uno se quede pensando y pensando en el tema, sino que es necesario actuar inmediatamente, de lo contrario sería algo que escuchaste y nada más, pero la fe no viene por lo que escuchas, fe viene por el oír, y cuando se actúa así, esto hace algo en el reino de Dios. Cuando Jesús le dijo a Pedro que caminara sobre las aguas, Pedro no dijo, “bueno, voy a pensarlo un poquito, debo ir a la casa y orar por ello”, ¡No! Pedro hizo lo que escuchó en el momento y pudo hacer lo que ninguno de los otros pudo jamás hacer, ¡empezó a caminar sobre el agua! Por eso es urgente que hagas algo ahora mismo, ¡toma una acción ya! Así que ¡Este es nuestro momento! ¡Vamos a agarrar nuestro futuro!

L.I.O.C. enero 31 de 2012.
Conferencista: Pastor. Rick Thomas.

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