Andaban con Dios
y se Olvidaron de Dios
(1 Juan 1:6)
Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos
la verdad.
INTRODUCCIÓN: Cuán privilegiado es el ser que ande y
dependa en todo de Dios, pues todo lo que hace prosperará (Sal.1:3) Este privilegio
consiste en que él está con Dios y Dios está con él, de modo que se consagra
a Dios, habla con Dios, y camina con Dios; pero el secreto para gozar de
ese privilegio continuamente es la
obediencia hacia Dios.
Obedeciendo a Dios todo lo que hace prosperará porque está en la voluntad de
Dios, es como estar siendo utilizado por Dios para cumplir sus propósitos,
¿Quién se podrá oponer a la voluntad de Dios?; Gamaliel, quien era doctor de
la Ley dijo que la obra de Dios nunca podría ser destruida (Hch.5:38,39); hay además
una promesa de parte de nuestro Señor Jesucristo que nos garantiza permanecer
para siempre si hacemos la voluntad de Dios (1Jn.2:17)
La Biblia nos cita casos de hombres y mujeres que andaban con Dios e
hicieron Su voluntad. Hombres y mujeres que se entregaron enteramente a
Dios, obedeciéndole de tal forma que vieron la gloria de Dios en sus vidas,
siervos como: Noé, Enoc, Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, Josué, Samuel,
Elías, David, Daniel, Eliseo, Ruth, Esther, Pedro, Job, Juan, Esteban, Pablo y
muchísimos otros; éstos son ejemplo de consagración total a Dios, con el
privilegio de andar con él sin olvidarse de El.
Pero la Biblia también nos habla de personajes que, aunque se
consagraron a Dios, hablaban con Dios y hasta caminaban con Dios, llegaron a
olvidarse de Dios, teniendo un fin lastimosamente triste para ellos.
PROPOSICIÓN: Veamos cinco de estos personajes:
1.- SANSÓN (Jueces 13-16) (Consagrado a Dios)
El ángel de Jehová le anunció a sus padres desde antes de nacer que sería
dedicado a Dios desde su nacimiento y que sería usado por Dios para librar a
Israel de la opresión de los filisteos. El Espíritu de Jehová estaba con él
y así hizo grandes hazañas con las que libertó al pueblo israelita. Después
que pecó la primera vez (Jueces
16:1), y viendo que Dios continuaba con él, decidió seguir jugando con
sus pasiones y con la misericordia de Dios; fue así como se olvidó de Dios y
sin darse cuenta Dios se separó de él (Jueces 16:20), comenzando así su calamidad
espiritual y física hasta el día de su muerte (Jueces 16:30)
2.- SAÚL (1 Samuel 9-31) (Escogido por Dios)
Cuando Israel desecha a Dios y pide un rey, Jehová manda a Samuel para que unja
a Saúl (1 Samuel 9:17)
para que gobernara a Israel, pasando así a ser el primer rey de Israel. El
Espíritu de Dios estaba sobre Saúl y así hizo grandes proezas librando a
Israel de los pueblos que lo oprimían, sin embargo, luego de andar en la
voluntad de Dios decide desobedecerlo por lo que Dios lo desecha y se aparta de
él; aquí comienza su muerte espiritual, la cual culmina con su dramática
muerte en batalla contra el mismo pueblo que había vencido cuando hacía la
voluntad de Dios (1 Samuel 31:4)
3.- SALOMÓN (1º Reyes
1-11) (Amado de Jehová)
Cuando nació, el Profeta Natán le dio el nombre de Jedidías, Amado de Jehová (2
Samuel 12:25), y Salomón mismo amó a Jehová (1 Reyes 3:3); así fue que al
comenzar su reinado Jehová hizo pacto con él (1 Reyes 3:14 y 1 Reyes 9:3-9) Fue
grande en sabiduría, riquezas y fama como lo había prometido Dios (1 Reyes 3:11-13),
pero desobedeció a Dios uniéndose a mujeres extranjeras las cuales le
inclinaron su corazón a otros dioses, ya que las amó (1 Reyes 11:4); Jehová
castigó esta desobediencia dejándole a su pueblo tan solo una pequeña parte del
reino (1 Reyes 11:13)
4.- BALAAM (Números 22-24) (Hablaba con Dios)
Era un profeta de Madián, quien fue contratado por el rey de Moab para maldecir
a Israel y así poder vencerlo. Pero Jehová le ordenó que no fuera ni lo
maldijera porque era un pueblo bendito. Aunque estaba impulsado por Dios
para bendecir a Israel, Balaam deseando la recompensa de Balac y desobedeciendo
que era un pueblo bendito de Dios, aconsejó a Balac para que los sedujera
con mujeres extranjeras (Números 31:16); así fue como el pueblo de Israel
se prostituyó y se inclinó a otros dioses, encendiendo la ira de Jehová sobre
ellos (Números 25:1-4) Después de esto, Jehová ordenó a Moisés la venganza
contra los Madianitas y en la matanza también murió a espada Balaam
(Números 31:8)
5.- JUDAS ISCARIOTE (Caminaba con Dios)
He aquí un hombre quien verdaderamente caminaba con Jesucristo, "Dios
hecho hombre", porque él era uno de los doce apóstoles (Juan 6:71) Judas,
andando con Jesús se ocupaba de la bolsa del dinero que tenían en común,
pero era un ladrón y se aprovechaba sacando dinero para él (Juan 12:6) El
Señor Jesús, sin delatarlo anunció la traición en varias oportunidades (Juan
6:70); y aunque él era el hijo de perdición (Juan 17:12), la escritura debía
cumplirse (Salmo 41:9); por el hecho de caminar con Dios mismo y ver las
maravillas que él hacía, bien pudo no haberse olvidado de Dios y clamar
misericordia, la cual no le fue negada, pero no lo hizo para que se cumpliera
la escritura; su fin fue terrible (Hechos 1:18)
·
El hecho es que
caminaba con Jesús, oraba con Jesús, era pastoreado por el Señor, comía con
Jesús, era enseñado por Jesús, pero eso
no era garantía de que sería un fiel seguidor de Jesús, a la menor oportunidad,
le traicionó, le dio un golpe por la espalda; le vendió a su maestro. Y ¿Qué se puede
esperar de los Judas de estos tiempos? ¿Que están en la iglesia como cizañas y piedras de tropiezo de los más
pequeñitos?.
CONCLUSIÓN:
·
Estos hombres
disfrutaron del privilegio de andar con Dios, en tanto le obedecieron, pero su
fatalidad tiene un punto de partida clave que es la desobediencia a Dios.
·
Dejándose llevar por sus pasiones,
sus deseos, su soberbia y sus intereses, fue como se olvidaron de Dios y
comenzaron con su muerte espiritual.
·
En Judas hay una enseñanza: ésta es que por el hecho de caminar con
"Dios hecho hombre", escuchar sus enseñanzas y ver sus milagros, esto
no fue suficiente para que Judas viera el Reino de Dios;
·
y es que el Señor
Jesucristo hizo énfasis en que nos era necesario nacer de nuevo para verlo
(Juan 3:3-7) Este es un nacimiento espiritual que hace el Espíritu Santo,
renovando todo nuestro ser y haciéndonos una nueva criatura (2Cor.5:17)
·
Es necesario andar con Dios y estar con
Dios, pero sin olvidarse de Dios;
·
Para esto hay que
dejar al Espíritu Santo obrar para que podamos nacer de nuevo, y perseverar en
este maravilloso camino de salvación, pero acordémonos que esto no es por
nuestra fuerza, sino por la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas,
obedeciendo Su guía y la voz de Dios que es Su Santa Palabra. De modo que
nuestra prioridad debe ser: obedecer.
¡EL PELIGRO DE OLVIDARSE DE DIOS!
DEUTERONOMIO 6: 10-12
INTRODUCCIÓN: A
continuación estudiaremos esta enseñanza a la luz de las Santas Escrituras (la
Biblia) tomando como ejemplo al pueblo de Israel; para entender con
exactitud lo peligroso que resulta olvidarse de Dios. Veámoslo de la siguiente
manera así.
1. LA
ADVERTENCIA DIVINA: “NO OLVIDARSE DE DIOS”.
A. Dios mismo advirtió y alertó reiterativamente a Su pueblo
Israel que cuando entraran a la tierra prometida (Canaán) y gozaran allí de las
comodidades, privilegios, bienestar, riquezas, prosperidad, bendiciones,
abundancia, provisión, buena vida, etc., SE
CUIDARAN DE NO OLVIDARSE DE ÉL (Deuteronomio 6: 10-13; 8:
1-20; 31: 14- 22; Isaías 44: 21-28).
B. Ya Dios sabía (Omnisciente) que Su Pueblo se olvidaría de
Él (Deuteronomio 31: 14- 22).
2. LA
DESOBEDIENCIA DE ISRAEL: “SE OLVIDARON DE DIOS”.
A. Muy a pesar de
la advertencia divina (Deuteronomio 6: 10-13; 8:
1-20; 31: 14- 22; Isaías 44: 21-28). Se olvidaron de Dios por innumerables días
(muchísimo tiempo) y ese fue uno de sus pecados (Jeremías 2: 13, 30-32) (NVI).
B. Muy a pesar
de los milagros que habían visto: las diez plagas en Egipto
que se cuentan como juicios (Éxodo 6: 6; 7: 4) y también como milagros de Dios
(Éxodo 7: 3 al 12: 29, 30; Salmos 106:
21, 22). Igualmente tenemos los milagros en el desierto (Éxodo 14: 1-31;
15: 22-27; 16: 1-35; 17: 1-15; Números 21: 4-9; Deuteronomio 8: 3, 4; 29: 5).
C. Por el orgullo (Deuteronomio 8: 14, 17, 18 (NVI); Oseas
13: 4-6 (PDT): cuidado con el orgullo
al ser bendecido por Dios, porque la prosperidad puede dar lugar a la
arrogancia y hace que olvidemos que Dios es la fuente de todas las bendiciones
(Salmos 10: 4; Oseas 7: 10)
D. Porque no pudieron mantenerse fieles a Dios en medio de
la abundancia, prosperidad, comodidades, bendiciones y la buena vida
(Deuteronomio 32: 9-18; Oseas 13: 4-6).
JESURÚN (Deuteronomio
32: 15): significa el justo,
el que guarda la ley, defiende la justicia y es uno de los nombres poéticos de
Israel. Observamos entonces que la ingratitud de Israel se revela en el
hecho de que engordó (prosperidad y abundancia) gracias a la provisión divina;
pero abandonó al autor de la creación (Deuteronomio 32: 15-18). Recuerde que uno de
los propósitos de la bendición es la permanencia en Dios (2 Samuel 7: 29; 1
Crónicas 17: 27).
E. Por la idolatría (Deuteronomio 32: 16-27; Jueces 2:
11-15; 3: 7; 10: 13, 14; 1 Samuel 8:
8; Salmos 106: 19-21; Jeremías 16: 11; 18: 15 (DHH); Oseas
2: 13). La iglesia hoy tiene una peor
idolatría que la que Israel tenía: la idolatría espiritual.
Idolatría
espiritual es darle el primer lugar a alguien o a algo que no es Dios). ¿A
qué o a quién le estamos dando el primer lugar que no es
Dios? ¡Recuerde que DIOS ES PRIMERO en todo y para
todo! Él es el único que merece el primer lugar en nuestra vida, en la familia,
en la profesión (en la iglesia, en el ministerio, en el empleo, en el negocio
(1 Reyes 17: 13-16; Mateo 6: 33).
F. Lo material (Oseas 8: 14) (DHH): por llamarlo de una
manera lo material hizo que Israel en la época de profeta Amós se
olvidara de Dios. ¡Quien lo creyera!
3.
LAS CONSECUENCIAS SUFRIDAS: “POR OLVIDARSE DE DIOS”.
A. La ira de Jehová: les dio la espalda, rechazó a sus hijos
e hijas, los movió a celo con un pueblo que no es Su pueblo, consumió la tierra
y sus frutos, males, saeta, hambre, enfermedad y mucho más (Deuteronomio
6: 12-15; 31: 20, 21; 32: 15-27; Jueces
3: 7-9; Esdras 8: 22; Isaías 51: 13)
B. Entregados y
llevados cautivos y a otras naciones, incluyendo las
extranjeras: Mesopotamia (Jueces 3: 7-9), Moab (Jueces 3: 12-15), Filisteos
(Jueces 3: 31), Canaán (Jueces 4: 1-3), Madián (Jueces 6: 1-7), Siria (2 Reyes
17: 5-41), Babilonia (2 Reyes 25: 8-29) entre otras.
C. La contra de Dios: “La mano de Dios está para bien
sobre los que le buscan; más Su poder y Su furor CONTRA todos los que le
abandonan” (Esdras 8: 22b)
D. Trasladados
al Seol: “los malos serán trasladados al Seol, todas las
gentes (naciones) que se OLVIDAN de Dios”
(Salmos 9: 17). Acabaran en el reino o al lugar de la muerte, de los muertos o
al sepulcro.
E. Destrucción: “Entiéndalo bien los que olvidan a Dios, no
sea que los DESTRUYA y nadie los salve”
(Salmos 50: 22).
F. Pérdidas materiales: “Porque te OLVIDASTE de Dios,
quien te salvó… Tú siembras plantas hermosas y vides importadas. Las ves crecer
el mismo día que las plantas, y en la mañana que las siembras las ves brotar;
pero la cosecha se echará a PERDER el día que llegue
la plaga y el dolor incurable” (Isaías 17: 10, 11) (PDT).
G. Sentencia divina (Ezequiel 22:
1-31 (vr. 12d): este pasaje
bíblico hace referencia a los pecados de Jerusalén e Israel: ciudad sanguinaria
y abominaciones (vr. 2), hizo ídolos contra sí misma (vr. 3), derramadora de
sangre (vr. 3, 4, 6, 9, 12), despreciaron a padre, madre, despojaron al
huérfano, a la viuda y al extranjero trataron con violencia (vr. 7),
despreciaron el santuario (vr. 8), calumniadores y perversos (vr. 9), violaron
ciertas leyes morales (vr. 10), adulterio, fornicación, violaciones sexuales
(vr. 11), interés y usura (vr. 12b), defraudaron al
prójimo con violencia (vr. 12c). También se OLVIDARON
DE DIOS (vr. 12d) y muchos pecados
más que cometieron (vr. 23-31). Por todos estos pecados incluyendo el que
compete con este tema: OLVIDARSE DE DIOS fueron
sentenciados por el mismo Dios (vr. 15, 16-22, 31).
H. Castigo, destrucción, ruina (Oseas 2: 13; 8: 14; 13: 6-8). Dios mismo promete
atacar como una fiera (Oseas 13: 6-8).
CONCLUSIÓN:
¿Nos estamos olvidando de Dios? ¿Ya sabemos lo que esto implica?
¡Volvámonos a Dios nuevamente! “Acuérdate de tu creador…”
(Eclesiastés 12: 1). ¡A buscarlo se dijo! Recuerda que sin Él nada
podemos hacer (Juan 15: 5)