OJALÁ FUERAS FRIO O CALIENTE
En
Apocalipsis 2:1 comienza el primero
de los siete mensajes a las siete iglesias en Asia: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.
Cada
uno de los mensajes es diferente y exclusivo para cada una de las siete
iglesias. Cada mensaje del Señor a cada una de las Iglesias tenía que ver con
lo que la Iglesia estaba viviendo en ese momento. Y las circunstancias que habían
llevado a cada una de las Iglesias a recibir un mensaje de ánimo, exhortación o
corrección del Señor tenía que ver con lo que ocurría en la ciudad, en los
alrededores y como esto afectaba a la Iglesia.
De
esto aprendemos varias lecciones:
1. Dios tiene una Iglesia Universal
constituida por todos los cristianos nacidos de nuevo en todo el mundo, pero
cada Iglesia necesita una Palabra distinta adecuada a sus necesidades.
2. Las circunstancias de la ciudad, el
ambiente, la prosperidad, o la pobreza, la libertad u opresión en la que viven
los cristianos de esa ciudad, afecta directamente a la iglesia y puede llevar
al cristiano a dejarse arrastrar por la corriente de lo que ocurre en la
ciudad. Lo cual provoca que Dios tenga un mensaje para dicha Iglesia animándola,
exhortándola, corrigiéndola o alabándola según sea su situación espiritual.
En
el mensaje a cada Iglesia encontramos varias similitudes:
1. Una
presentación del Señor: El que
tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros
de oro; El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió; El
que tiene la espada aguda de dos filos; El Hijo de Dios, el que tiene ojos como
llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido; El que tiene los siete
espíritus de Dios, y las siete estrellas; el Santo, el Verdadero, el que tiene
la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre; el
Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios.
2. Una
declaración de la Omnisciencia de Dios (Conozco tus obras) acompañada a veces
por una alabanza hacia la Iglesia.
3. Una
queja o reprensión de parte del Señor hacia la Iglesia acompañada a veces por
una advertencia.
4. Un
consejo.
5. Una
recompensa para los vencedores.
Romanos 15:4 Tales
cosas se escribieron hace tiempo en las Escrituras para que nos sirvan de
enseñanza. Y las Escrituras nos dan esperanza y ánimo mientras esperamos con
paciencia hasta que se cumplan las promesas de Dios.
Por
lo tanto hoy vamos a ver el mensaje a la Iglesia en Laodicea y lo que el Señor
tiene que decirnos a través de este mensaje.
Apocalipsis 3:14-22
Etimología de Laodicea: Primeramente llamada Dióspolis, y
luego fue refundada a mediados del siglo III a.C., por Antioco II y la llamó
así al parecer en honor a su esposa Laodike, de manera que Laodikeia quiere
decir “perteneciente a Laodike”. Se
compone de dos palabras: “Láos” que
significa “la masa del pueblo” y “dike” que es una palabra griega que en
origen quiere decir “indicación” y
significa “uso, regla y costumbre”, y
luego se aplica a la justicia como acto de indicar, y por eso es sinónimo
también de juicio, proceso o decisión
judicial, de manera que Laodicea o Laodike signifca: “la justicia del pueblo”.
Ubicación: Laodicea estaba situada a orillas del
río Licio. Su ubicación en la conjunción de tres caminos imperiales que
atravesaban el Asia Menor favorecía su desarrollo como centro comercial y
administrativo de gran riqueza. Tres hechos sobre esa ciudad, conocidos por
todo el mundo romano arrojan luz sobre esta carta: 1. era un centro bancario,
recomendado aun por Cicerón para el cambio de moneda; 2. su ropa fabricada y sus
alfombras de lana, hechas especialmente de la esponjosa lana negra de ovejas
criadas localmente; 3. y su escuela de medicina y productos
medicinales, en especial un tratamiento ocular hecho con el polvo de una roca
que se encontraba en la zona. La directa caracterización de la vida
espiritual de la iglesia (17) y el llamado a su arrepentimiento (18) se
combinan con esos tres aspectos de las actividades de la ciudad.
Yo conozco tus obras / Yo sé todo lo que haces,
Conocer: Un verbo que tiene que ver con VER y
por lo tanto saber y conocer.
Obras:
Está hablando de todos nuestros actos.
Jesús
se presenta a esta Iglesia como el Amén, el testigo fiel y verdadero… es una
declaración que tiene que ver con la presentación que a veces hacia Dios de sí
mismo, “tan cierto como vivo yo dice
Jehová de los Ejércitos”
El
Señor, el Testigo Fiel, el Verdadero, el Amén, nos conoce hasta lo más íntimo y
está diciéndonos hoy, que ve, ha visto y
por lo tanto sabe y conoce cada uno de nuestros actos, los que hacemos en
público como en privado. Es como si dijera: De
cierto de cierto te digo, o tan cierto como vivo yo dice Jehová de los
Ejércitos, que conozco cada acto tuyo.
Ni frio ni caliente
Y
seguramente, de todos nuestros actos ocultos y públicos que el Señor ve, podría
señalar unos cuantos y decir esto no me
está gustando. Pero lo interesante es que a pesar de que conoce todas nuestras obras o actos, buenos
y malos, lo único que señala es: que
ni eres frío ni caliente. Es como si dijera, todo lo demás resta importancia comparado con esto: “Ni eres frío ni
caliente”.
Los
términos frío, caliente y tibio quizá se relacionan con
las aguas que había alrededor de Laodicea. La cercana Hierápolis era famosa por
sus fuentes cálidas; Colosas, también muy cerca, se conoce por un torrente de
excelente agua potable fría y clara. Sin embargo, como el río Licio se secaba
en verano, Laodicea tenía que usar un largo viaducto para traer agua caliente,
pero cuando el agua llegaba a la ciudad, no estaba ni caliente ni fría, solo
tibia y además no sólo era turbia sino también impura y a veces nociva, que
hacía enfermar a la gente.
El
verso 15 termina diciendo: ¡Ojalá fueses frío o caliente!
Ojalá: Indica vivo deseo de que suceda lo que se ha dicho o lo que
se va a decir a continuación. Es un verbo pasado en primera persona singular: Yo quisiera que fueses frío o caliente. O
como lo dice la NTV: ¡Cómo quisiera que
fueras lo uno o lo otro!
Frío: Que tiene una temperatura baja o más baja de lo que se
desea, de lo que conviene o de lo que resulta agradable. Se refiere
a alguien frío como alguien que nunca ha nacido de nuevo. Alguien que no ha
conocido al Señor. Alguien que está muerto espiritualmente en sus pecados.
Alguien que no tiene vida.
Es evidente que Cristo no desea que estemos
muertos o condenados pues la Biblia dice “no envió
Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea
salvo por él” (Jn 3:15); “no queriendo que ninguno perezca, sino que todos
procedan al arrepentimiento” (2ª Pedro 3:9)
Pero
desde el punto de vista del Señor, del Testigo Fiel y Verdadero, mejor nos
sería estar muertos espiritualmente o no haber nacido de nuevo como dice en 2ª
Pedro 2:21 “Porque mejor les hubiera sido
no haber conocido el camino de la justicia”.
¡Ojalá fueses frío o caliente! ¡Cómo quisiera que fueras lo uno o lo otro!
Caliente: Que tiene o produce calor.
La palabra griega que usa Juan es hervir
o ferviente. Es la misma palabra usada para describir a Apolos y su
espíritu fervoroso en Hch 18:25. Es la misma palabra usada en Romanos 12:11 donde Pablo nos
requiere que seamos fervientes en
espíritu.
¡Ojalá fueses
caliente! Como
los discípulos del camino a Emaús, en Lc 24:32 cuando decían: ¿No
ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando
nos abría las Escrituras?
¡Ojalá fueses caliente! Como la descripción que Jesús hace de
Juan el Bautista en Jn 5:35 “que era una
antorcha que ardía y alumbraba”. Alguien caliente, encendido, apasionado,
ferviente como cuando Jesús vio la inmundicia en el Templo y dice la Biblia que
el celo por su casa le consumía. Jn 2:19
(le hacía hervir por dentro). Como le sucedía a Elías cuando dijo: He sentido un vivo celo por Jehová de los
Ejércitos… (1ª R. 19:10 y 14)
¡Ojalá fueses frío o caliente! ¡Cómo quisiera que fueras lo uno o lo otro! Sería mejor ser caliente que frío, pero ojalá fueras lo uno o lo otro.
Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente
Definición de tibio: que se comporta con indiferencia y se muestra poco fervoroso
o poco afectuoso.
Es la única vez que aparece la palabra tibio en la Biblia.
-
Pero hace referencia a
una persona indecisa, indiferente,
desmotivada, apática, y de esto sí que la Biblia hace referencias como
cuando el pueblo de Israel estaba con Elías en el Monte Carmelo en 1ª R. 18:21 “¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos?
Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no
respondió palabra.” («¿Hasta cuándo seguirán indecisos, titubeando entre dos
opiniones? Si el SEÑOR es Dios, ¡síganlo! Pero si Baal es el verdadero Dios,
¡entonces síganlo a él!». Sin embargo, la gente se mantenía en absoluto
silencio.)
-
Hace referencia a la misma indecisión que mencionó Jesús
al decir que no podemos servir a dos
señores en Mateo 6:24.
-
Hace referencia a la generación de muchachos que se
sientan en las plazas sin hacer absolutamente nada como dice en Mateo 11:16.
Está hablando de una generación indiferente, que no responde ni al lamento ni
al gozo. Que no toma decisiones cuando Dios habla.
¡Ojalá fueses frío o caliente! ¡Cómo quisiera que
fueras lo uno o lo otro! Pero por cuanto eres tibio, (por cuanto
eres tibio, por cuanto eres tibio).
Tienes que
tomar una decisión entre el mundo y Dios. No puedes amar al mundo y amar a
Dios. Santiago 4:4 define esto como
adulterio.
No puedes
seguir siendo tibio. Tienes que tomar
una decisión hoy. No puedes servir a dos señores (Mt 6:24). No puedes seguir
indeciso titubeando entre dos opiniones (1ª R. 18:21)
Dios no
quiere que seas frío, no quiere que
te pierdas. Dios quiere que seas caliente, ferviente, ardiente en tu relación
con Él. Pero para bien o para mal, tienes que tomar una decisión hoy.
2º Timoteo 1:6 te
aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición
de mis manos.
Es un
consejo, una
recomendación que debes tomar o dejar ir. Pero escoge hoy entre ser frío y
abandonar todo lo que tiene que ver con el Señor, o ser caliente y abandonar
todo lo que te separa de Él.
¡Ojalá
fueses frío o caliente! ¡Cómo quisiera que
fueras lo uno o lo otro! Pero
por cuanto eres tibio, (por cuanto eres tibio, por cuanto eres tibio), te
vomitaré de mi boca.
Vómito: es la expulsión violenta y espasmódica del contenido del
estómago a través de la boca. La sensación que se tiene justo antes de vomitar (pródromo)
se llama náusea (también llamada
coloquialmente arcada o angustia).
No es un acto voluntario de Dios, sino una situación de angustia que le
hace vomitarnos. Nuestra indiferencia hacia Él o hacia el pecado, nuestra
tibieza, nuestra mezcla de frio y caliente, nuestra indecisión entre Él y el
mundo, le produce tal angustia que le hace vomitarnos.
(17) Porque tú dices: Yo soy rico, y me
he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un
desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
NTV: Tú
dices: “Soy rico, tengo todo lo que quiero, ¡no necesito nada!”. Y no te das
cuenta que eres un infeliz y eres un miserable; eres pobre, ciego y estás
desnudo.
Esto nos
habla de la autosuficiencia, de la falta de dependencia de Dios. Nos habla de
que a veces estamos tan saciados con lo que este mundo nos ofrece, que no
necesitamos a Dios, su Palabra, o la presencia del Espíritu Santo.
(18)
Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que
seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la
vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
Consejo: Opinión o parecer que alguien da o recibe
acerca de su conducta futura. Es la opinión de Dios de cómo nos puede ir mejor
las cosas. Es el consejo que el Amén, el Testigo Fiel y Verdadero nos da. Un
consejo se puede tomar o rechazar, pero ¿Quién
en su sano juicio rechazaría un consejo del Señor?
-
Como el consejo que le
dio Pablo a Timoteo (2ª Ti 1:6)
-
Job
33:16
Entonces revela al oído de los hombres, y les señala su consejo,
-
Sal
107:10-11 habla de sombra de muerte, angustia,
tinieblas y aflicción por aquellos que aborrecieron el consejo del Altísimo.
-
Pro 1:23-25 Volveos a
mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, Y os haré saber
mis palabras. Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, Extendí mi mano, y no hubo
quien atendiese, Sino que desechasteis todo consejo mío Y mi reprensión no
quisisteis,
-
Pro
4:13
Retén el consejo, no lo dejes;
Guárdalo, porque eso es tu vida.
-
Pro 5:12-13 es una
advertencia para que no llegues a decir ¡Cómo aborrecí el consejo, Y mi corazón
menospreció la reprensión; No oí la voz de los que me instruían, Y a los que me
enseñaban no incliné mi oído!
El Señor te está diciendo en este día, Yo te
aconsejo… para que seas rico, y para que no se descubra tu vergüenza.
He visto casos de personas que fueron corregidas por el
Señor en lo íntimo, pero que tras aborrecer el consejo, al final fueron puestas
en evidencia y se descubrió su vergüenza.
Yo te aconsejo que no
seas tibio, que decidas entre frío o caliente, que mejor te decidas por ser
caliente para que seas rico y estés cubierto (Gn 3:7-10). Yo te aconsejo que
unjas con colirio tus ojos para que veas, para
que veas tu condición, para que te des cuenta por ti mismo de que sin Él no
somos nada.
CONCLUSIÓN
(19) Yo
reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. (20)
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
NTV (19) Yo corrijo y disciplino a todos los
que amo. Por lo tanto, sé diligente y arrepiéntete de tu indiferencia. (NTV)
(20) »¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres
la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos.
Estos versículos nos hablan de corrección, de disciplina, de arrepentimiento, pero también nos hablan de amor, de amistad, de que Dios está llamándonos
a cada uno de nosotros a nuestra propia puerta.
Hebreos
12:6 “Dios
al que ama disciplina” Porque es provechoso y porque quiere que participemos de
su santidad.
-
Se pues celoso
(usada para referirse a estar caliente, arder) y arrepiéntete. El arrepentimiento
es el primer paso para pasar de frío o tibio a caliente.
-
El segundo
paso es abrir la puerta a Jesús y dejarle entrar.
El resultado de tomar una decisión hoy para dejar de ser tibio y pasar a
un estado de fervor en el Señor es según el verso 21: Victoria, posición,
seguridad, autoridad, identidad con Cristo, reconocimiento, y por supuesto
salvación.
(21) Todos los que salgan vencedores se sentarán conmigo en mi
trono, tal como yo salí vencedor y me senté con mi Padre en su trono.
(22) »Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu
y entender lo que él dice a las iglesias».
¿Habrá alguien que haya oído hoy al Espíritu Santo y quiera
responder a su llamado? La puerta está sonando, es Jesús. ¿Hay alguien que
decida abrirle hoy?