miércoles, 4 de diciembre de 2024

 


LA TRAMPA O CARNADA DEL DIABLO (Proverbios 5:22)

“Prenderán al impío sus propias iniquidades, y retenido será con las cuerdas de su pecado”.Proverbios 5:22

INTRODUCCIÓN

            La pesca ha sido por siglos una práctica muy común en aquellos lugares circundantes a mares, ríos o lagos, especialmente porque provee un medio de alimentación para aquellos que lo practican. Para que la pesca sea un éxito, la carnada juega un papel muy importante. Generalmente, la carnada es colocada cubriendo el anzuelo la cual atrae al pez creyendo que le espera una suculenta comida; pero cuando la muerde, las filosas puntas del anzuelo traspasan la boca del pobre pez atrapándolo para su propio final. Así es el pecado en la vida del hombre, lo atrae mostrándose como algo irresistible, pero cuando este cae en él lo destruye.

I.       EL PECADO ES LA CARNADA DEL DIABLO.



El proverbio bíblico nos enseña que es el mismo pecado que atrapa a los impíos, nadie que lo practique puede considerarse dueño de sí mismo. El propósito del diablo es arrastrar a la humanidad a la condenación eterna, y para esto pone trampas en el camino para destruirlo, pero para ello coloca carnadas que despiertan el interés del hombre y lo atrae para que engañados por su aparente encanto, caiga en sus redes. El apóstol Santiago nos habla como cada individuo seducido por sus bajas pasiones es atraído al pecado y una vez este es consumado da a luz la muerte: Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte”, (Santiago 1:13-15).

II.    EL MISMO PECADO PROVOCA LA RUINA DEL HOMBRE.


Veamos algunos ejemplos en la Biblia para ver como el pecado seduce a los hombres y se convierte en su propio fin.

1.      El pecado de la fornicación.


“Vi entre los simples, consideré entre los jóvenes, a un joven falto de entendimiento, el cual pasaba por la calle, junto a la esquina, e iba camino a la casa de ella, a la tarde del día, cuando ya oscurecía,  en la oscuridad y tinieblas de la noche. Cuando he aquí, una mujer le sale al encuentro, con atavío de ramera y astuta de corazón.  Alborotadora y rencillosa, sus pies no pueden estar en casa; unas veces está en la calle, otras veces en las plazas, acechando por todas las esquinas. Se asió de él, y le besó. Con semblante descarado le dijo: Sacrificios de paz había prometido, hoy he pagado mis votos; por tanto, he salido a encontrarte, buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado. He adornado mi cama con colchas recamadas con cordoncillo de Egipto; he perfumado mi cámara con mirra, áloes y canela. Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; alegrémonos en amores.   Porque el marido no está en casa; se ha ido a un largo viaje… Ahora pues, hijos, oídme, y estad atentos a las razones de mi boca. No se aparte tu corazón a sus caminos;  no yerres en sus veredas. Porque a muchos ha hecho caer heridos,  y aun los más fuertes han sido muertos por ella”.
Proverbios 7:7-19, 24-26
            Cuantas personas han sido destruidos por los pecados sexuales, los cuales los seducen pensando que tendrán una gran aventura pero su final es terrible. Muchos son los que caen víctimas de las consecuencias de este pecado y se ven involucrados en abortos, embarazos no deseados, enfermedades sexuales como el SIDA, hogares desintegrados, hijos abandonados, y hasta muerte por amoríos prohibidos. Todo esto y más provoca este pecado que el diablo muestra como algo placentero pero su fin es la muerte,

2.      El pecado de los vicios.


“¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos? Para los que se detienen mucho en el vino, para los que van buscando la mistura. No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente; mas al fin como serpiente morderá, y como áspid dará dolor. Tus ojos mirarán cosas extrañas, y tu corazón hablará perversidades.  Serás como el que yace en medio del mar,  o como el que está en la punta de un mastelero. Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; me azotaron, mas no lo sentí; cuando despertare, aún lo volveré a buscar”.
Proverbios 23:29-35
            Otras de las carnadas que el diablo usa son los vicios. Hoy vivimos en un mundo donde el alcohol forma parte de todas las reuniones sociales, de tal forma que no pueden divertirse si no se embriagan con los licores. El problema con esto es que provoca adicción y muchas personas queriendo experimentar nuevas cosas caen en el mundo de la drogas y llegan a perder sus vidas en el mundo de los vicios.

3.      El pecado de la idolatría.


“Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden. ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho?  He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una”.
Isaías 44:9-11

La idolatría es otro pecado que engaña a los hombres haciéndoles creer que están adorando a la verdadera divinidad pero lo cierto es que los alejan más de Dios. Tan detestable es el pecado de la idolatría que el Señor la condena en los primeros dos mandamientos del decálogo: “No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos”, (Éxodo 20:3-6).

III. LA IMPORTANCIA DE HUIR DEL PECADO.


En general, el pecado en cualquiera de sus manifestaciones es una carnada que pretende atraer al hombre con la finalidad de prenderlo y destruirlo ya que cualquiera que lo practica no heredara la vida eterna:

“Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”.
Gálatas 5:19-21

            Por tanto, todos debemos huir de la inmundicia del pecado y correr a los pies de Cristo porque solamente Él puede librarnos de la maldición del pecado.

            CONCLUSIÓN.



Hoy en día el pecado es la carnada que el diablo usa para atraer a los hombres a la condenación eterna. La tentación aparece como algo muy atractivo para el hombre y al principio puede producirle un placer pero con el tiempo este se convierte en su propio fin conduciéndolo a su ruina y condenación eterna. Por eso Jesús nos hace la invitación a correr a sus pies abandonando toda inmundicia.

MATAR AL MONSTRUO LLAMADO “CARNE”



 

INTRODUCCIÓN.

    A. La “carne” es el agente de Satanás en el corazón. Es como monstruo con viciosos deseos y apetitos malos.

    B. Desde luego, se pone en contraste con el Espíritu (Romanos 8:1-14; Gálatas 5:19-23; 6:8).

    C. Este monstruo tiene apetito insaciable. Se regocija practicando todas las “obras de la carne” mencionadas por Pablo en 1 Corintios 6:8-11; Gálatas 5:19-21; Efesios 4:22-32, Colosenses 3:5-9; etc.

    C. Romanos 8:5, “los que son de la carne piensan en las cosas de la carne”. Los que son de la carne son los que se dedican a alimentar este glotón. Piensan en las cosas de la carne y las practican.

 

I. LA BIBLIA HABLA DE “LOS DELEITES TEMPORALES DE PECADO” (HEBREOS 11:25).

    A. Para los que “son de la carne” las obras de la carne son deseables, deliciosas, sabrosas.

    B. Piensan que la venganza es dulce. El odiar, guardar rencor y no perdonar les dan gusto, les satisfacen. Se justifican a sí mismos pensando “yo tengo derecho de estar enojado y guardar rencor, mire lo que me hizo”. Para ellos el odio es sabroso y lo guardan en su corazón como un tesoro, lo cuidan en su seno como si fuera un bebé precioso. (En inglés se dice “nurse a grudge”, amamantar el rencor).

    C. Disfrutan la pornografía y se engañan solos pensando “esto no me hace daño”.

    D. Predicamos que el pecado produce miseria y es cierto pero para los que son de la carne produce gozo, satisfacción y contentamiento. Si no fuera así no seguirían en la práctica de las malas obras. Son su deleite. La práctica de las obras de la carne es pura fiesta para los que son de la carne, pero si no se arrepienten, los deleites del pecado les llevarán al infierno de fuego.

    E. Es necesario convencer a los que “son de la carne”, que la satisfacción que reciban de la envidia, los celos, el odio, y toda cosa “carnal” solamente satisface la carne porque al mismo tiempo está produciendo agonía y miseria para el espíritu. Todo el tiempo que la carne esté  celebrando y teniendo fiesta, el espíritu se hace de lado, se ignora, se desprecia, se olvida y se deja bien triste.

 

II. A LOS QUE SON DE LA CARNE LES ENCANTAN LAS DOCTRINAS Y LOS MANDAMIENTOS DE HOMBRES (MATEO 15:9).

    A. 1 Timoteo 4:1, “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios.

        1. Un ejemplo sobresaliente de doctrinas de demonios (Satanás) es el Calvinismo: el supuesto pecado original, nacer totalmente depravado, elección incondicional, expiación limitada, gracia irresistible, perseverancia de los santos (los elegidos no pueden caer de la gracia para ser perdidos).

        2. 1 Timoteo 4:3, “prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos (catolicismo, otros)”.

        3. 2 Timoteo 4:3,4, “vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” (Libro de Mormón, Nuevo Mundo de los testigos, rapto secreto, reino de mil años, etc.). A estos no les gusta la verdad. No la aman. Más bien, prefieren el error. Aman iglesias humanas que ni siquiera se mencionan en las Escrituras.

    B. Isaías 55:8, 9, “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”, pero los que son de la carne disfrutan y se regocijan en los caminos y los pensamientos humanos. Creen que son superiores a los pensamientos y caminos de Dios.

   C. Jeremías 5:30, 31, “Cosa espantosa y fea es hecha en la tierra; 31 los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?” ¡Imagínese! El pueblo quiso mentiras en lugar de la verdad. Así es ahora. Millones prefieren las falsas doctrinas católicas, “evangélicas” (calvinismo) y aun las fábulas mormonas y las blasfemias de los “testigos”. Consumen mentiras como si fueran postre delicioso y pisotean el glorioso evangelio del Nuevo Testamento.

   D. Salmo 1:2 habla de la persona cuya delicia está en la ley del Señor, pero no así los que son de la carne porque la delicia de ellos está en la falsa religión humana.

 

III. ESTE MONSTRUO TIENE “APETITOS” INSACIABLES.

    A. Varios textos hablan de las “concupiscencias de la carne (los malos deseos de la carne). Esta palabra (epitumía) significa “intenso deseo” y se usa de deseos buenos, pero en los siguientes textos se usa de los deseos carnales, deseos de lo prohibido, lo que está en contra de la voluntad de Dios y en contra del alma. Recuérdense los textos: 1 Corintios 6:9-11; Gálatas 5:19-21; Efesios 4:22-32; Colosenses 3:5-9, etc.

        1. Romanos 6:12, “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en susconcupiscencias”. Los deseos malos son muy exigentes. Quieren ser atendidos.

        2. Romanos 13:14, “vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne (“susconcupiscencias”), porque tales deseos dominan el corazón y la vida misma y ahogan los deseos espirituales.

        3. Gálatas 5:16, “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis (cumpliréis) los deseos de la carne (las concupiscencias)”. Este es el remedio. El andar conforme a las enseñanzas del Espíritu es la victoria sobre la carne y sus deseos. Si el corazón se llena con los deseos espirituales, no caben los deseos carnales.

        4. Colosenses 2:23, el “duro trato del cuerpo” (el ascetismo) “no tiene valor alguno contra los apetitos de la carne(concupiscencias)”. 3:5, “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas,malos deseos (las concupiscencias) y avaricia, que es idolatría”. El apetito de los que tengan “pasiones desordenadas” es insaciable. El fornicario no se contenta con cometer este pecado una sola vez, sino que su apetito demanda más y más. “Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar” (2 Pedro 2:14). El avaro se describe en Eclesiastés 5:10, “El que ama el dinero, no se saciará de dinero”, pero el sabio hará caso a lo que Pablo dice en 1 Timoteo 6:9, “los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición”.

        5. 1 Tesalonicenses 4:5, “no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios”. Este es precisamente el problema. Los que provean para los deseos de la carne simple y sencillamente no conocen a Dios y, desde luego, si no lo conocen, no creen en Dios para seguir sus enseñanzas.

        6. Santiago 1:13, 14, “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; 14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido”. Este texto contesta la pregunta, “¿Por qué hay tantas tentaciones?” Depende del contenido del corazón. Si hay deseos malos en el corazón, Satanás siempre está a la puerta para tentar y ofrecer maneras de satisfacerlos.

        7. 1 Juan 2:16, “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos (las concupiscencias) de la carne, los deseos (las concupiscencias) de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”.

    B. Efesios 2:1-3, “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en losdeseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás”.

        1. Pablo dice que “éramos por naturaleza hijos de ira”.

        2. No quiere decir que hayamos sido pecadores desde el nacimiento, sino que por la práctica de pecados “en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo” desarrollamos la naturaleza pecaminosa.

    C. Estos textos indican claramente que la carne es un monstruo glotón que tiene apetito insaciable.

 

IV. ES INDISPENSABLE QUE OBEDEZCAMOS EL MANDAMIENTO DE MATAR ESTE MONSTRUO.

      A. Colosenses 3:5, “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia,  vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne que es idolatría …” ¡Pablo no dice lastimarlo, sino matarlo!

    B. Gálatas 2:20, “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. Pablo habla de la vida carnal, la vida esclavizada por la carne. Este “viejo hombre” tiene que ser crucificado.

    C. Romanos 6:3-7, “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado”. Por lo tanto, no digamos a la gente que “es fácil obedecer al evangelio”; más bien es una crucifixión. Tiene que ver con una muerte. Si uno es bautizado sin crucificar al viejo hombre están sepultando a un hombre vivo.

    D. Romanos 8:12, 13, “Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis”. Hay que escoger: ¡hacer morir o morir!

    E. Efesios 4:22, “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos (concupiscencias) engañosos”. Hebreos 12:1, “despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”. Despojarse del viejo hombre equivale a crucificarlo.

F. Orar para no entrar en tentación (Mateo 26:41; Lucas 21:36; Marcos 14:38), llénate del Señor y su presencia, ayuna, busca a Dios, en todo tiempo.

 

CONCLUSIÓN.

    A. Por lo tanto, ¡No simplemente suprimirlo ni tratar de controlarlo, sino matarlo, crucificarlo!

    B. SI NO LO MATAMOS NOS MATARÁ A NOSOTROS.

    C. Hacerlo cueste lo que cueste. Mateo 5:29,30, "Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno". Hay que calcular gastos (Lucas 14:26-33).

    D. Las obras de la carne dan gusto. Innegablemente son “deleites” (Hebreos 11:25). El entusiasmo de los que practican las obras de la carne demuestra claramente que les dan gozo y satisfacción.

    E. Pero ¿Cuál será el fin de tal gozo? Gálatas 6:7, 8, “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna”.

 

    CÓMO VENCER LA TENTACIÓN



TODO CRISTIANO DEBE APRENDER A VENCER LA TENTACIÓN, porque seremos tentados. Pero, por la gracia de Dios, podemos vencer la tentación. En esta lección aprenderemos a hacer esto. En primer lugar, contestemos algunas preguntas acerca del pecado y de la tentación.

¿PUEDE SATANÁS OBLIGARNOS A PECAR? No, no puede. Satanás puede tentarnos para que pequemos, pero no puede obligarnos a pecar.

¿ES PECADO SER TENTADO? No, no es. El Señor Jesús fue tentado, y sabemos que no pecó. La Biblia dice que Él fue "tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado".

Debemos entender este punto con claridad: La tentación no es pecado. A Satanás le gusta condenar a los cristianos aun cuando no hayan pecado. Le gusta hacer que se sientan culpables al haber sido tentados por algún pecado, pero el ser tentado no es pecado.

¿CUÁNDO ENTRA EL PECADO? El pecado entra cuando decimos Sí a la tentación. Pecamos cuando cedemos a la tentación.

La Biblia habla de algunos pecados que son externos, y de otros pecados que son internos.

Por pecados externos, queremos decir pecados tales como maldecir, mentir, robar, inmoralidad, ebriedad, homicidio. Ningún cristiano debe ser culpable de estos pecados. Si estos pecados todavía existen en la vida de una persona, no hay evidencia que haya nacido de nuevo.

Pero, tristemente, tanto los cristianos como los inconversos son culpables de pecados internos. Por pecados internos queremos decir pecados tales como orgullo, celos, envidia, egoísmo, falta de perdón, odio, codicia. Estos son los pecados secretos que los ojos del hombre no pueden ver. Pero Dios sí los ve y a Su vista son odiosos. Tenemos que aprender a triunfar sobre ellos.

CADA CRISTIANO TIENE ALGÚN PECADO QUE LE ASEDIA. Ese es el pecado con el cual más eres tentado. Satanás conoce tu punto más débil, y es allí donde más te tienta. Para triunfar sobre ese pecado y los demás pecados en tu vida, debes aprender a vencer la tentación.

VENCIENDO LA TENTACIÓN

Para vencer la tentación, debes hacer cuatro cosas:

1. Depender de tu muerte con Cristo.

2. Depender de la vida de Cristo en ti.

3. Armarte con la Palabra de Dios, orando en todo tiempo.

4. No hacer caso de la carne.


Depender de tu muerte con Cristo

Como cristianos, tú y yo hemos sido rescatados del reino de las tinieblas donde reina el pecado. ¿Cómo fuimos liberados? Fuimos liberados por nuestra muerte con Cristo. Dios nos puso en Cristo sobre la cruz. Cuando Cristo murió, morimos juntamente con Él; cuando fue sepultado, fuimos sepultados con Él; cuando resucitó de entre los muertos, también resucitamos con Él. La Biblia dice:

Dando gracias al Padre… cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo (Colosenses 1:12-13).


¿QUÉ QUIERE DECIR ESTO?

Quiere decir que, en Cristo, hemos sido librados del reino de las tinieblas donde reina el pecado. Ya no estamos bajo la autoridad del pecado. Esta es una gran verdad y debemos contar con ella. La Biblia dice:

Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro (Romanos 6:11).

Puesto que hemos sido librados de la autoridad del pecado, el pecado no tiene derecho de reinar sobre nosotros. Ya no tenemos que obedecer más al pecado.

¿CÓMO OBTENEMOS LA LIBERTAD del servicio al pecado? ¡Reclamándola! La Biblia dice:

No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias (Romanos 6:12).

Pensemos en un joven que se alista en el ejército. Está bajo la autoridad del ejército. Tiene que trabajar duramente y obedecer a su oficial superior. Pasan los años y, llega el día en que se le da de baja.

Más tarde en ese mismo día, se encuentra con su oficial superior y el oficial le dice

—José, quiero que vaya a barrer el cuartel y a limpiar y pulir los fusiles.

José se dirige a él y le dice respetuosamente:

— No más de eso para mí, señor.

El oficial le dice:

—¿Qué quiere decir con eso, José? Durante ya cuatro años ha obedecido mis órdenes. ¿Por qué me dice, no más de eso para mí?

—Porque— dice José —tengo mi licencia de salida. José contó con la realidad que él ya estaba de baja y demandó su libertad del servicio militar.

¡NOSOTROS TAMBIÉN ESTAMOS "DE BAJA"!

Como creyentes, estamos "de baja" del servicio al pecado. La Biblia dice que el que ha muerto es libre del pecado; ha recibido su licencia de salida.

DIOS TE DICE: "Tú tienes tu licencia para no servir al pecado. Ahora, cuenta con esta realidad y exige tu liberación. No permitas que el pecado reine más sobre ti".

TIENES QUE OBEDECER A DIOS. Cuando el pecado se te acerque, díle:

—Reconozco tu presencia y tu poder, pero rehuso obedecerte. Sobre la base de la Palabra clara de Dios, me reconozco muerto para ti por medio de Jesucristo mi Señor. Tú no reinarás sobre mí.

Esto es creer en la Palabra de Dios. Destruye el poder del pecado en tu vida.

Cuenta con la Vida de Cristo en ti

La tentación nos viene, no solamente de Satanás, sino también del interior de nosotros. La Biblia dice:

Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido (Santiago 1:14).

Tenemos dentro de nosotros algo que siempre está tratando de arrastrarnos al pecado. La Biblia lo llama "la ley del pecado que está en mis miembros".


¿QUÉ ES UNA "LEY"? Una ley es algo que sucede una y otra vez. Por ejemplo, hablamos de "la ley de la gravedad". ¿Qué queremos decir con esto? Queremos decir que existe una fuerza que siempre hace que los objetos caigan al suelo cuando se les suelta. No importa a dónde tú vayas eso siempre sucede así; de modo que la llamamos, "la ley de la gravedad".

Tenemos en nuestro interior un principio de pecado que siempre está tratando de arrastrarnos hacia abajo al pecado. Por eso es que la Biblia lo llama "la ley del pecado".

¿PODEMOS VENCER LA LEY DEL PECADO MEDIANTE NUESTROS PROPIOS ESFUERZOS? No, no podemos. Dios nos tiene que librar del poder del pecado.

¿CÓMO NOS LIBRA DIOS?

Dios nos libra dándonos a Cristo. Su vida vence la ley del pecado y la muerte en nosotros.

Pensemos otra vez en la ley de la gravedad. Sabemos que la ley de la gravedad siempre está funcionando. Nos mantiene fijos sobre la tierra. No podemos volar sin un aparato mecánico.

Pero las aves vuelan. ¿Quiere decir esto que la ley de la gravedad no les afecta? No, la ley de la gravedad las arrastra hacia abajo lo mismo que a nosotros. Pero las aves tienen una clase de vida que supera la ley de la gravedad. La "ley" de la vida de un ave es volar.

Ahora, volvamos a nuestra situación. Tenemos "la ley del pecado en nuestros miembros", pero también tenemos a Cristo viviendo en nosotros, y hay una "ley" de Su vida. La ley de la vida en Cristo es vencer el pecado. Su vida siempre triunfa sobre el pecado. Y Su vida en nosotros vence la ley del pecado y la muerte. La Biblia dice:

La ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte (Romanos 8:2).

Esto es maravilloso, pero hay una condición que tenemos que cumplir si queremos que la vida de Cristo venza al pecado en nosotros: tenemos que confiar en que Él lo hará. Vamos a aprender más de esto en la siguiente lección.


Ármate con la Palabra de Dios

Ya hemos aprendido acerca del arma poderosa de la oración que Dios nos ha dado. Pero Dios nos ha dado otra arma para que la usemos contra Satanás. Esta arma es la Palabra de Dios. La Biblia dice:

Y tomad… la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios (Efesios 6:17).

Cuando el Señor Jesús fue tentado en el desierto, usó esta arma para vencer a Satanás. Tres veces Satanás tentó al Señor Jesús, y tres veces Jesús le respondió con la Palabra de Dios.

EL SEÑOR JESÚS USO EXACTAMENTE EL VERSÍCULO APROPIADO para refutar cada tentación de Satanás. Cuando Satanás intentó hacer que Jesús le adorara ofreciéndole todos los reinos del mundo, el Señor Jesús no le citó el Salmo 23. Este es un bello pasaje de las Escrituras, pero no era el arma para usar contra esa tentación. En vez de eso, el Señor Jesús le dijo,

Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás (Mateo 4:10).

EL SEÑOR JESÚS VENCIÓ A SATANÁS porque había memorizado la Palabra de Dios, y sabía usarla. ¿Ves por qué es tan importante para ti memorizar las Escrituras? Debes armarte con la Palabra de Dios.

He aquí unos versículos de victoria. Aprende lo que significan. Memorízalos. Úsalos contra Satanás.

Juan 8:32

"Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres", Juan 8:32.

La Palabra de Dios es la verdad. Cuando tú sabes la verdad acerca del pecado, de Satanás y de la tentación, puedes ser librado de su poder sobre ti.

Juan 8:32

"Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia", Romanos 6:14.

El pecado no continuará dominándote. ¿Por qué? Porque estás "bajo la gracia", donde el gran poder de Dios obra para tu bien. Cristo vive en ti. Él te habilitará para vencer el poder del pecado.

Juan 8:32

"Resistid al diablo, y huirá de vosotros", Santiago 4:7.

Aprende a resistir a Satanás. Resístele con la Palabra de Dios. Resístele en el nombre de Jesús. Resístele con la victoria del Calvario. Recuérdale que está vencido y dile que no te moleste.

Juan 8:32

"Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo". 1 Juan 4:4.

Jesucristo es quien está en ti. Satanás es el que está "en el mundo". Este versículo dice que Jesucristo, que está en ti, es mayor que Satanás, que está en el mundo.

Juan 8:32

"Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio", 2 Timoteo 1:7.

El espíritu de temor es de Satanás. ¡No lo aceptes! Dios no nos da el espíritu de temor; en lugar de eso, nos da el espíritu de poder, de amor y de dominio propio.

Juan 8:32

"Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo", Filipenses 1:6.

Si tú eres hijo de Dios, Dios ha empezado una buena obra en ti. Continuará esa obra hasta el día en que tú te vayas a reunir con Él. Puedes contar con esto.

Juan 8:32

"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece", Filipenses 4:13.

El Señor Jesucristo me da fuerzas para hacer todo lo que Él quiere que yo haga. ¿Por qué? Porque vive en mí, y Él es quien lo hace.

Juan 8:32

"Fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza". Efesios 6:10.

No debemos ser fuertes en nosotros mismos sino debemos fortalecernos en el Señor. Esto quiere decir que debemos contar con Él y Su gran poder para darnos la victoria.

Juan 8:32

"¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?" Romanos 8:31.

Hijo de Dios, Dios es por ti. Puedes estar seguro de esto porque Él así lo dice. Puesto que Dios es por ti, no importa quien esté en tu contra.

Juan 8:32

"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados", Romanos 8:28.

Algunas cosas vistas solas tal vez no nos parezcan bien, pero sabemos que Dios está obrando en todas las cosas para bien de la persona que verdaderamente le ama. Sabemos esto porque Dios así lo dice.

No hagas caso de la carne

Para vencer la tentación, no debes hacer caso a los deseos de la carne. Esto quiere decir que no debes hacer cosas o permitirte entrar en situaciones en que te sea fácil pecar. La Biblia dice:

Sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne (Romanos 13:14).

He aquí unas sugerencias que te ayudarán a vencer la tentación.

EVITA AMIGOS Y COMPAÑEROS que influyan para que hagas cosas pecaminosas. Aprende a decir ¡NO! La Biblia dice:

Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, No consientas (Proverbios 1:10).

TEN CUIDADO EN LO QUE MIRAS. No puedes evitar ver algunas cosas pecaminosas, pero es la segunda mirada la que te hace pecar.

CUIDA TU MANERA DE PENSAR. Una mente limpia es de gran precio. No puedes tener una mente limpia si lees revistas y novelas indecentes o miras películas indebidas.

NO PERMITAS QUE PENSAMIENTOS PECAMINOSOSpermanezcan en tu mente. Tal vez no puedas evitar que Satanás ponga un pensamiento malo en tu mente, pero si puedes rechazarlo inmediatamente. Como se ha dicho: "No puedes evitar que los pájaros vuelen sobre tu cabeza, pero, si puedes evitar que hagan sus nidos sobre ella".

LLENA TU MENTE CON LA PALABRA DE DIOS. La Biblia dice,

En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti (Salmo 119:11).


CONOCE TUS FLAQUEZAS. Cuida especialmente estas áreas de tu vida. Una de las mejores formas de resistir una tentación sexual es huyendo de ella. Esto es lo que hizo José cuando fue tentado por una mujer malvada (Génesis, capitulo 39).

NO VAYAS A NINGUNA PARTE donde no quisieras estar cuando venga el Señor Jesús.

NO HAGAS NADA que no quisieras estar haciendo cuando venga el Señor.

CONFIESA TU PECADO INMEDIATAMENTE. No permanezcas en la derrota.

BUSCA AL SEÑOR para librarte de la tentación. El salmista dijo:

Mis ojos están siempre hacia Jehová, porque él sacará mis pies de la red (Salmo 25:15).

NO SEAS ENGAÑADO POR SATANÁS. La Biblia dice: "Toda buena dádiva y todo don perfecto es de lo alto". Si no viene de Dios y en la forma que Dios dispone, es pecado. Reconócelo como tal y recházalo.


La promesa maravillosa de Dios

Dios nos ha dado una promesa maravillosa en 1 Corintios 10:13. Cada cristiano debe memorizar este versículo:

No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

¿QUÉ DICE ESTE VERSÍCULO? Dice que otras personas son tentadas con las mismas cosas que son tentación para ti. "Mas fiel es Dios". Esto quiere decir que tú puedes contar con que Él hará lo que dice que hará. ¿Qué promete Dios aquí? Promete que no te dejará ser tentado más de lo que puedas aguantar. Promete abrir una salida para ti, para que no tengas que pecar.

TÚ PUEDES TENER VICTORIA sobre toda tentación. Dios dice: "El pecado no se enseñoreará de vosotros". Recuerda estas cuatro cosas:

1. Cuenta con tu muerte con Cristo.

2. Cuenta con la vida de Cristo en ti.

3. Ármate con la Palabra de Dios.

4. No hagas caso de la carne, llénate del Señor , de su presencia, en ayuno y oración.

    

    

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