MENTE DE LANGOSTA Números 13:32-33
Tu mentalidad importa
Cuando hablamos de
mentalidad nos referimos al modo de pensar de una persona, es decir su
configuración mental, sus pensamientos, su ideología, concepción, estado de
animo, su parecer, etc., somos lo que pensamos, nuestras acciones giran en
torno a nuestra mentalidad y es aquí donde viene la gran pregunta, "¿Cual
es tu mentalidad?, ¿Tienes una mentalidad de langosta?, ¿Te sientes una
langosta?, ¿Piensas como langosta?"
¿Qué quiere decir
esto de tener una mentalidad de langosta?, veamos un poco lo que nos dice el
libro de Números 13:1-33, Dios le había ordenado a Moisés que designara doce
hombres, para que inspeccionaran la tierra prometida. Después de explorar
el territorio durante cuarenta días, los espías regresaron, pero diez de ellos
hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido,
declarándose incompetentes para la guerra y comparándose como langostas ante
los moradores de Canaán.
Una
Mentalidad de Langosta
Doce de los mejores
hombres de cada tribu habían sido enviados a investigar la tierra prometida,
pero diez de ellos fueron amedrentados por los gigantes, hijos de Anac, se
sentían pequeños, limitados, inofensivos e inútiles. ¿Qué es lo que pasaba con
estos diez espías?, ¿Qué es lo que pasaba por sus mentes cuando veían a
esos gigantes?, ¿Cómo se sentían frente a los gigantes y esas grandes
murallas?.
Una mentalidad de langosta te hace sentir impotente
"Somos lo que pensamos", si pensamos que no podemos
hacer algo, entonces jamás lo intentaremos, una persona con mentalidad de
langosta vive convencida de su impotencia, cuando se ve frente a otros,
considera a todos más fuertes y comete el error de medir las dificultades
de la vida en base a la fuerza humana.
Es necesario que nos
demos cuenta que Dios no hace cristianos débiles. El Señor ha puesto en cada
creyente un espíritu de poder, de amor y de dominio propio. Cuando Dios
transforma la vida del creyente, a través de su poderoso evangelio, le
cambia la mentalidad y el corazón, ¿Puedes creer esto?.
La mentalidad de
langosta nos hace sentir que no podemos lograr las cosas, nos hace pensar que
no somos lo suficientemente buenos, la persona con mentalidad de langosta vive
la vida haciendo solo aquello que considera que puede lograr, tiene metas pequeñas,
aspira a cosas limitadas y jamás logra ver la grandeza de los planes que Dios
tiene para su vida.
Que diferente es
cuando Dios cambia nuestra mentalidad de langosta y nos hace ver lo capaces que
somos cuando contamos con Él en nuestra vida, nos damos cuenta que "Todo lo podemos en Cristo, que nos fortalece",
Logramos ver que los planes de Dios para con nosotros son grandes, que los
pensamientos que Dios tiene acerca de nosotros son pensamientos de bien,
entonces, ¿Por qué sentirte impotente cuando tienes de tu lado a un Dios que
todo lo puede?
Todo creyente que ha
crecido en fe se fortalece día a día en el Señor y toma la fortaleza necesaria
de su intimidad con el Todopoderoso, ahí en esa intimidad se desarrolla la
convicción de que es Dios quien nos da fuerzas y logramos aceptar que
podemos ser un instrumento útil para la gloria de Dios.
Cuando venga a tu
mente esos pensamientos de langosta recuerda que las fuerzas vienen de lo alto,
que no eres tu ni tampoco son tus fuerzas, que no son tus planes sino los de
Dios y de Él vendrá tu victoria, deja de sentirte impotente y se libre de esa
mentalidad de langosta que esta estorbando tu crecimiento.
Cuando el enemigo
quiera atacar tu mente con pensamientos de langosta busca fuerzas en nuestro
Dios "Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En
cuyo corazón están tus caminos" ( Salmos 84:5)., cuando sientas que
no tienes fuerzas, que no lo podrás lograr, no dejes que pensamientos de
langosta te inunden, llena tu mente de la palabra de Dios y recuerda Isaías
40:30-31 "Los muchachos se fatigan y se cansan,
los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas
fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán;
caminarán, y no se fatigarán."
Una mentalidad de langosta te hace olvidar la grandeza de Dios
Estar frente a una
ciudad grande y en extremo protegida por grandes murallas, hizo sentir a los
diez espías vulnerables, pero cuando vieron a los moradores de la ciudad y
vieron que eran gigantes, ahí empezaron con mayor intensidad los pensamientos
de langosta, olvidaron todo, olvidaron su misión, olvidaron la promesa de
posesión que tenían de parte de Dios, incluso olvidaron la grandeza del Dios
que los acompañaba, ¿Qué fue lo que pasó?
Cuando se tiene la
mentalidad de langosta se olvida con prontitud las maravillas de Dios, dejamos
en el pasado sus portentosos hechos e ignoramos la misericordia del Señor, lo
mismo que paso a los espías nos empieza a pasar a nosotros.
Los espías ya habían
visto la forma en que Jehová abrió el mar rojo; vieron con sus propios
ojos como ellos crecían y sus ropas y zapatos crecían con ellos, experimentaron
la provisión del maná en el desierto, vieron como les Dios les dio carne
cuando ellos lo pidieron, vieron como de la peña brotó agua en el desierto,
saborearon las aguas que antes eran amargas, vieron de primera mano la
protección de una columna de nube que les protegía del ardiente sol del
desierto y no solo eso, vieron las columnas de fuego que les alumbraban de la
oscuridad del desierto y los calentaba del frio de las noches que
el Creador había colocado sobre ellos para librarlos en el desierto,
¿Había algo mas grande y poderoso que eso?
Antes de ver a los
gigantes en Canaán los diez espías ya conocían la grandeza del Señor, pero
olvidaron la clase de Dios que tenían de su lado. Las experiencias de la
fidelidad de Dios en el pasado deben servir para enfrentar el futuro y echar
fuera los pensamientos de langosta que quieren dominar nuestras acciones.
No hay gigante que
rebase la grandeza de nuestro Creador. Ningún ejército terrenal puede
detener la mano extendida del Altísimo. No hay fuerza de las
tinieblas que pueda hacer tropezar a quienes confían en Dios. ¿Puedes
hacer tuyo el Salmo 5:11? este precioso salmo
expresa "Pero alégrense todos los que en ti
confían; Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; En ti se
regocijen los que aman tu nombre.", haz a un lado tus
pensamientos de langosta acerca de ti, céntrate en lo grande de tu Dios y te
darás cuenta que hay muchos motivos para alegrase y regocijarse en Dios.
Que los pensamientos
de langosta no te hagan olvidar las maravillas de Dios en tu vida, con mucha
seguridad puedo decirte que si te sientas, cierras tus ojos y meditas en las
veces que creías que todo estaba perdido, te darás cuantas que fueron muchas
las veces en las que Dios te saco en victoria con mano poderosa, hay muchas
cosas que Dios ha echo por ti, pero las has olvidado, has enterrado las
maravillas de Dios y ahora el enemigo te tiene esclavo de tus propios
pensamientos.
Josué y Caleb, nunca
olvidaron la grandeza de su Dios y por eso protestaron contra el informe
cobarde de sus compañeros espías y rompieron sus vestidos. Con voz fuerte y una
actitud positiva hablaron a toda la congregación diciendo: "... La tierra por donde pasamos para reconocerla, es
tierra en gran manera buena. Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará
a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel" (Números
14:7-9).
Probablemente te has
sentido como los diez espías y al ver la grandeza de tus dificultades, has
olvidado quien es el que pelea por ti, es tiempo de callar esos pensamientos de
langosta que te hasta el día de hoy te han obligado a vivir una vida de conformismo
y frustración, repite las palabras de Josué "Si
Dios se agradare de nosotros" nos entregará todo
aquello que tanto anhelamos, conquistaremos ese monte que tanto anhelamos y
nadie detendrá nuestro crecimiento porque es Dios quien va delante de nosotros librando
nuestras batallas, pero jamás olvides las maravillas y las misericordias
que Dios ha mostrado contigo.
Cuando se tiene la mentalidad de langosta se vive atrapado por el temor
Los hombres que
regresaron de investigar la tierra prometida, impresionados por la estatura y
corpulencia de los moradores en Canaán, se descalificaron y se declararon
inferiores a raíz del temor que llevaban clavado en el corazón, ese temor les
hizo ver cosas que no habían y les impidió ver lo que si había, ¿Que significa
esto?, ¿Qué vieron?, ¿Que dejaron de ver?
Antes que nada quiero
que sepas que el miedo es una emoción natural que se caracteriza por
experimentar una sensación desagradable e intensa ante la percepción de un
peligro real o imaginario, es decir que el miedo es producto del peligro ante
algo real o simplemente algo imaginario, por ejemplo el miedo a lo incierto que
podría ser nuestro futuro.
El temor paraliza,
incapacita y muchas veces nos hace hacer cosas sin pensar, nos hace ver cosas
que no están ahí, por ejemplo, la Biblia no menciona la opinión
que tenían los gigantes de aquellos espías, pero ellos aseguraban que a los
gigantes ellos (Los espías) les parecían como langostas, ¿Sabe porque?, porque
esos diez hombres se sentían insignificantes e incompetentes ante la grandeza y
fuerza de sus enemigos, ¿Te has sentido así alguna vez?.
Satanás quiere que
seas esclavo de tu propio temor, que cuando veas una oportunidad te paralices
por el temor a fracasar, que cuando escuches las promesas de Dios, dudes por
temor a no poder alcanzarlas, Dios quiere que seas valiente y tomes posesión de
todo aquello que un día te prometió, que dejes los pensamientos de langosta y
venzas ese temor que te mantiene anclado a tu zona de confort.
Dios espera que al
igual que Josué y Caleb hagas callar a todos aquellos que quieren hacer que
dudes de tu Dios, a aquellos que con pensamientos de langosta quieren llenarte
de miedo y contaminarte con pensamientos de desanimo o de inferioridad.
¿Te ves como langosta?
Puede que no te
hallas dado cuenta aún pero cada vez que te sientes incapaz de algo o te
sientes inferior a otros, pensamientos de langosta están llegando a tu vida,
pensamientos que debes reprender en el poderoso nombre de Jesús, pues esos
pensamientos no deben tener lugar en los hijos de Dios.
Medita un poco en
esto; lo diez espías se veían como langosta y pensaban que los gigantes también
los veían como langostas, pero cuando leemos el libro de Josué 2:9-11 no damos
cuenta que esos gigantes estaban atemorizados a causa de ellos.
Lo que se tiene que hacer, para dejar esa mentalidad de fracaso es: Buscar a Dios, en ayuno y oración, estar lleno de su presencia, lleno de su palabra, congregándose en todo tiempo, y predicando su hermoso evangelio y verás la vida de victoria en Cristo, estará contigo. Bendiciones.
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